martes, 26 de abril de 2016

Pokemon: Schwarzes Pikachu

 

Supongo que los que estéis metidos, bien como afición o bien como protagonistas (voluntarios o involuntarios) en el tema de los Creepypasta
habréis leído algunas historias un tanto tétricas sobre Pokemon. Sean verdad o mentira lo cierto es que hay gente que incluso ha ido más allá y ha recreado dichos creepypasta para ordenador.
Así es posible encontrar versiones emuladas de creepypastas tan populares como “Pokemon Lost Silver” o las historias de la “Mano Blanca” y el hombre enterrado vivo en Pueblo Lavanda. Andaba yo probando dichos “hacks” cuando encontré algo que me hubiese gustado no haber visto jamás. En ocasiones la realidad supera con creces la ficción.
Buscando uno de esos entretenidos “hacks” con dosis de espanto me topé con una página alemana cuyo nombre no recuerdo bien, algo como “Pokemongrauen”. Ahí tenían una gran cantidad de material sobre Pokemon, pero ya lo conocía casi todo: versiones originales de los primeros, algunos hacks bastante extendidos… Aunque encontré uno que no reconocía, y como amante de estos Pokemons modificados me decido a probarlo. Su descripción solo decía: “Schwarzes Pikachu” (Pikachu negro u oscuro).
Una vez descomprimido ejecuto el juego. Venía con un “.exe” para ejecutarlo directamente sin necesidad de emulador. Ejecuto el juego y tras unos segundos se abre la ventana. En un principio no se ve nada más que una pantalla en negro, sin sonido ninguno. No aparece la típica pantalla “1995 Nintendo” ni “Game Freak”, sino que la primera imagen que aparece es la del Pikachu de Pokemon Amarillo corriendo a lo lejos. Pero con una sútil diferencia: Pikachu no se movía, su semblante fantasmal permanecía inmóbil en el centro de la pantalla.
Presioné los botones (configuré las teclas A, S, D y F) como loco para pasar de una vez al menú principal, pero nada pasó. En su lugar aparecieron dos
puntos rojos, en el semblante del Pikachu oscuro, justo en el lugar que ocuparían sus ojos; y una línea roja reflejando una sonrisa siniestra. Su rostro estaba orientado claramente al espectador, ese semblante diabólico era para mi. Ahora, con ese mismo rostro, se iban sucediendo las escenas de Pikachu acercándose en el Pokemon Amarillo original, pero sin intercalar las felices de Pikachu haciendo surf o en globo.
Traté de pulsar las teclas de nuevo con la esperanza de quitarme esa tenebrosa visión, pero las teclas no respondían. Finalmente el rostro de Pikachu ocupó toda la pantalla, y entre sus dos ojos rojos apareció por fin el menú con “Neues Spiel”. Debajo había galimatías imposibles de comprender, pero supuse que sería opciones. El juego estaba parcialmente traducido al alemán, y como solía pasar cuando traducían antiguamente juegos japoneses de Super Nintendo, las partes aun sin traducir quedaban plagadas de símbolos aleatorios sin sentido ninguno. El idioma original de esta peculiar versión era imposible de adivinar, y el traductor alemán tampoco dejó su firma en el juego; probablemente no tuviese intención de terminar la traducción.
Finalmente entramos en el juego (pondré las traducciónes en español, por suerte llevo 2 años estudiando alemán). Todo empieza normal, con Oak hablando y la música alegre que le acompaña, pero pronto noto algo raro. En Pokemon Amarillo el Pokemon que muestra Oak es un alegre Pikachu. Pero en lugar del Pikachu que debía aparecer vuelve a aparecer el Pikachu oscuro de la introducción, esta vez con su sprite de lucha y con mejor definición y pixelado, que permitían apreciar todos los detalles.
Sus ojos no eran rojos como parecía en la introducción: estaban salpicados de sangre. Tenía tres gotas cayendo de cada ojo hasta su boca. Su sonrisa estaba desfigurada, parecía la imagen de un payaso triste, con la boca entremezclada con la sangre que brotaba de sus ojos. Oak seguía con su discurso habitual pero tras pasar el Pikachu oscuro se paró en seco. No me dejó elegir mi nombre,  saltó directamente a la imagen de mi rival.
Lo último que aparece en pantalla es la frase entrecortada:
“VEO que…”.
De nuevo la pantalla se queda bloqueada y desesperado, empieza a plantearme cerrarlo. Pruebo a darle a la “X” pero como pasa a menudo cuando quieres cerrar algo, no funciona. 10 segundos más tarde Windows dice que el programa no responde y que si quiero forzar el cierre. Pero en ese entonces noto algo raro en el juego. La imagen de mi rival había cambiado sutilmente. Parece que el juego se ponía por fin en serio y lo puse a pantalla completa para meterme mejor en la historia.
La sonrisa del que iba a ser mi rival había cambiado de dirección. Ahora era una cara triste. Pulse la tecla A varias veces, hasta que noté que algo se movía: los dos puntos negros que representaban sus ojos empezaron a caer, hasta la parte inferior de la pantalla. A su paso dejando un rasto rojo a su paso. En el lugar de sus cuencas oculares solo quedaron dos pequeños cuadros grises.
¿Tendría algo que ver con qué la última palabra de Oak fuese “Veo…”? ¿Quién quiere ver? ¿Por qué mi rival ha perdido los ojos?
En cualquier caso cuando los ojos tocaron el fondo de la pantalla el juego propiamente dicho por fin comenzó. Empecé en la habitación, todo normal, pero sin música. Solo hay sonidos en todo el juego.. Sentía curiosidad por saber que nombre me habría tocado así que abro el menú… pero no veo nada parecido a un nombre; en su lugar ponía “DOOMED ONE” (en inglés, “el condenado”, “el desafortunado”… os podéis hacer una idea).
Al entrar en DOOMED ONE apareció un menú distinto al habitual. El nombre era DOOMED ONE,correcto,  pero en lugar de dinero ponía EDAD: 18 RIP. ¿Estaba el entrenador pokemon destinado a morir a los 18 años? Una predicción arriesgada cuánto menos. Y en el tiempo,
pese a acabar de empezar, ya llevaba 7 horas y 6 minutos de juego. Los rostros de los entrenadores de gimnasio no estaban, todo eran cuadros negros. No se que podía significar, si es que no existían, no habían nacido… o habían muerto.
Bajo abajo dónde debía estar mi madre pero la casa está vacía. Pero mi estómago se retorció al salir fuera y no encontrar el cartel de “Casa de DOOMED ONE”. En su lugar había una tumba, como las famosas tumbas de Pueblo Lavanda. Y al presionar A aparece el mensaje “Madre del Condenado”. Pero eso no era todo, a la derecha, al otro lado de la casa había algo más, como un cuadrado negro que parecía la entrada a una cueva. Pero no era una cueva, no podía entrar; y al presionar A apareció un mensaje “Tumba del Condenado – 18 J”. Mi propia tumba, esperando a que llegase mi cadáver.
Hablé con la gente del pueblo, incluyendo los del laboratio, pero solo repetían constantemente dos frases enigmáticas y sin sentido:
“Te veo… tú ya estás muerto y no lo sabes”
“Tú lo sabes… puedo verlo en tu alma…”
Ignoré los mensajes y seguí como si nada hacia la hierba para que apareciese Oak y me diese a mi Pikachu, el cual sería mi primer pokemon. Oak apareció, todo normal, pero el pokemon que se enfrentó no era el que yo esperaba, sino uno que ya había visto: era pikachu oscuro, con los mismos ojos sangrientos de hace un momento, y con esa sonrisa triste desarticulada. Estaba al nivel 60.
Oak lanzó la pokeball con la que siempre lo captura… ¡pero el pikachu se escapó! ¿Cómo podía escapar de una pelea predefinida y esencial para el juego? Está claro que la partida no tendría nada de normal. No tendría a Pikachu, no podría defenderme. Pero por suerte seguía siendo el combate de Oak.
Oak intentó huir… pero no funcionó. Un mensaje de Oak apareció en pantalla:
“No importa… él ha VISTO que estamos muertos…”
y tras él usó su primer pokemon: un Lapras de nivel 1. Pikachu usó “Comesueños”… y funcionó pese a que Lapras no estaba dormido, funcionó. ¿Qué significaba aquello? Oak usó su segundo pokemon: Ditto, de nivel 99. Con Ditto teníamos una oportunidad.
Usó Transformar y adoptó la forma del Pikachu oscuro. Ditto podría usar las capacidades infernales de aquel Pikachu. Pero Ditto desapareció del lado de Oak… y el equipo de Pikachu aparecía con dos miembros ahora. Ditto se había unido a Pikachu.
Una frase de Oak apareció de nuevo en pantalla:
“Ya VEO… él también lo ha VISTO… ya no estamos aquí…”.
Acto seguido, igual que pasase anteriormente con mi rival BLUE, o GARY, o cómo le pusiésemos, los ojos de Pikachu empezaron a moverse, a caer de su cara hasta la parte inferior de la pantalla, quedando tan solo una silueta gris en dónde debían estar sus órbitas. Hubo un destello en la pantalla
y aparecí fuera del combate, en el mismo sitio dónde había comenzado el combate.
En la hierba se veía la figura de Oak, pero ya no era la misma: estaba completamente gris, en lugar de su habitual tono blanco. Enfrente había un pikachu, como el que te sigue durante el juego, pero negro, representando al mismo con el que Oak había luchado. Ambos colapsaban el camino. Al hablar con Oak volvió a repetir que “Tú no lo ves…”. Al presionar sobre el Pikachu este gritó (su sonido en el juego) y mi personaje se “teletransportó”, girando sobre si mismo, como al excavar en una cueva. Aparecí de nuevo en mi habitación. Parecía que el juego comenzaba de nuevo.
Volví a abrir el menú de “DOOMED”. Ahora el tiempo de juego era… 0:05… e iba hacia atrás. Me quedaban 5 minutos y no sabía para qué, pero lo más espeluznante fue que los rostros de los entrenadores ya no estaban en negro. Habían sido sustituídos por diversos sprites del Pikachu oscuro, todos ellos mostrando su sonrisa desde diversos ángulos.
Me dirigí a la habitación de abajo y sorprendentemente ahora si que estaba mi madre. Pero no era un rencuentro feliz. Al hablar con ella solo dijo:
– “Al fin te VEO, hijo mio.”
Ni idea de que podía ser, aunque fuese lo que fuese el tiempo corría en mi contra. Salí de casa y esta vez, aparte de la tumba de mi madre, había otra cruz dónde antes estaba la tumba abierta. Al presionar A apareció el mensaje:
“Aquí yaces tú. Por toda la eternidad”.
Di una vuelta rápida por el pueblo. No podía entrar en las casas o salir al camino, una barrera invisible (con el sonido de cuando chocas)
me lo impedía. Hablé con las dos personas del pueblo pero no entendí lo que decían, el traductor alemán no llegó tan lejos y solo leía cosas como “$%!-‘3”.
Miré de nuevo el  menú con el inquietante Pikachu negro hasta que se agotase el tiempo. Al llegar a 0:00 salí del menú y vi que el sprite de mi personaje estaba completamente blanco, con algunas líneas negras que dibujaban su aspecto sobre el juego. Seguí dando vueltas hasta que volví a probar con mi tumba. Fue lo último que hice.
Mi personaje volvió a “teletransportarse” hasta una especie de cueva. Parecía estar en medio de la cueva de los Digletts, pero atrapado entre 4 paredes invisibles que me impedían moverme. Esperé y esperé y nada pasó en 20 minutos. Quizás fuese eso a lo que se referían, a estar ciego, alejado de la realidad, en un lugar oscuro… por toda la eternidad, el significado de morir.. El autor del hack quiso compartir su sombría visión de la muerte, fruto solo una mente perturbada.
Cerré el juego y mi corazón dio un vuelco. El fondo de pantalla de mi escritorio se había transformado en la imagen del Pikachu negro, tal cual lo había visto la primera vez, en el centro de la pantalla con sus dos ojos rojos y su sonrisa diabólica. No soy capaz de entender como el “hacker” consiguió cambiar mi fondo de escritorio mientras jugaba sin alertar a Windows del cambio ni a mi Firewall, Antivirus y Antispyware. Asustado de que mi seguridad estuviese comprometida intenté revertir el cambio… pero Windows me daba error al acceder a las propiedades de pantalla.
Reinicié de inmediato temiéndome cualquier cosa. Al iniciarse Windows de nuevo volvía a estar mi fondo de pantalla anterior, relajante con las nubes. Borré ipsofacto el llamado “Pokemon Schwarzes Pikachu” y todo rastro de él de mi ordenador. Pero siento que por si cualquier razón vuelve a aparecer una imagen del Pikachu oscuro mi corazón no lo soportaría. Y no es broma.

 

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